lunes, 27 de agosto de 2012

Revista Ciencia AMC. MUJERES en la Ciencia.

Con gran gusto compartimos el último número de la revista Ciencia, editada por la Academia Mexicana de Ciencias, el cual dedica a las cuestiones de género dentro de la ciencia en México. Estadísticas, ensayos, propuestas y testimonios alrededor de la experiencia de ser científica están vertidos en sus páginas. Ahora presentamos un resumen y comentarios sobre el primer artículo, el cual es uno de los que más ha llamado nuestra atención por la claridad de sus planteamientos. Próximamente compartiremos nuestro análisis de los demás escritos. Aplaudimos este esfuerzo por lograr la equidad de género en la ciencia e invitamos a todas a participar en él comentando y compartiendo.




Angélica Evangelista García,Rolando Tinoco Ojanguren y Esperanza Tuñón Pablos.

Coincidimos plenamente con una de las primeras afirmaciones del artículo y que hemos recalcado en entradas pasadas: “La cultura marca a todos los seres humanos con el género, y el género marca la percepción de todo lo que demás que nos rodea.”

El artículo utiliza estadísticas de ANUIES y CONACyT para mostrar que si bien el incremento de la matrícula femenina en las instituciones de educación superior, y sobre todo en posgrado, se ha incrementado notoriamente, la participación de las mujeres decrece drásticamente al considerar los niveles académicos más altos (por ejemplo niveles II y III del SIN). “En realidad, puede afirmarse que las mujeres constituyen en todos los casos una pequeña minoría de las personas que ocupan los puestos científicos de mayor responsabilidad.” Lo anterior viene a confirmar lo que vivimos en nuestros centros de trabajo.

Se sugiere que el problema de la poca participación femenina en puestos de mayor responsabilidad es “el conflicto de papeles que experimenta al tener que atender, simultáneamente, las demandas familiares y las profesionales.” Este es justo el eje de nuestra entrada pasada, donde hacemos notar que las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado.

Como medidas necesarias para hacer de la ciencia un espacio más incluyente se mencionan:
·         Primero: un análisis institucional  profundo sobre las inequidades de género que de luz sobre las causas de dicho fenómeno dentro de los centros académicos.
·         Segundo: implementar o aumentar las cuotas de mujeres aspirantes a plazas científicas y tecnológicas.
·         Tercero: impulsar políticas para lograr la participación de mujeres en puestos de evaluación y decisión, apoyar las redes de mujeres en ciencia y reservar fondos para incentivos para mujeres científicas.

Si bien creemos que estas medidas son necesarias como hemos dicho anteriormente, y siguiendo sugerencias del propio artículo, creemos que debe haber un cambio de enfoque respecto a las actividades domésticas, específicamente una revalorización de las mismas, como un primer paso para lograr equidad en la distribución del trabajo doméstico entre hombres y mujeres. Sin esto sólo estaremos atacando las consecuencias de una de las principales causas de que las mujeres no puedan desarrollar plenamente sus aptitudes científicas, y en general desenvolverse de manera plena como individuos.

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