Compartimos la experiencia del Congreso Nacional del Partido Obrero Socialista celebrado los pasados 22 y 23 de junio en la Ciudad de México.
Presentado al XV Congreso Nacional del Partido Obrero
Socialista.
Nuestra organización, como muchas otras organizaciones
hermanas, tiene una aplastante mayoría masculina en sus filas, y aún más, las madres
son minoría dentro del conjunto de mujeres integrantes del partido. Este es un
síntoma grave de que algo no se está haciendo bien, pero a la vez nos abre la
oportunidad de mejorar nuestra organización en diversos aspectos. ¿Cómo
llegamos a esta situación y cómo superarla? Las causas que han puesto en
desventaja a las mujeres dentro de la sociedad son de una naturaleza compleja,
es decir, son diversos factores combinados, puede ser que algunos sin descubrir
todavía, de origen biológico hasta cultural, que se relacionan entre sí de
formas difíciles de explicar. Ocurre lo mismo en cada comunidad, ya sea
geográfica, académica o política, aunque con ciertas particularidades propias
del entorno. Es por esto que debemos avanzar de manera constante para curarnos
de la enfermedad que nos achaca y poder superar los síntomas. Por compleja que
parezca la situación, un análisis constante sobre lo que entendemos por género,
el reconocer los problemas asociados a este y la realización de acciones para
revertirlos promete ser una ocasión de fortalecer nuestra organización, quizás
de maneras que aún no imaginamos.
¿Qué es el género? ¿Qué significa ser hombre, ser mujer? ¿Qué es lo femenino, qué lo masculino?
El género es una construcción social que se construye a
partir del sexo. En general las personas nacen con genitales que corresponden o
a un macho o a una hembra, aunque hay una pequeña parte cuyo sexo no está bien
definido al momento del nacimiento. Pero el género es otra cosa, se refiere más
bien a las conductas ligadas al
sexo, identidad o preferencia sexual que cada persona tiene: Un ejemplo son los
roles asignados a mujeres y hombres dentro de una sociedad: “las mujeres en
Juchitán controlan el mercado”, “el futbol es cosa de hombres”, “el muxe es el
que acompaña a la mamá” son ejemplos de roles de género. Estos roles varía de
una sociedad a otra, dependen de factores como la cultura y la economía de las
poblaciones. En cuestiones de género hay cosas que cambian de una sociedad a
otra, y cosas que son constantes en la mayoría de las sociedades. Una de las
constantes es la idea de que las mujeres tienen mayor responsabilidad y deseo
de encargarse del cuidado de los hijos, muchas veces la gente justifica esta
asignación social basándose en la creencia de que existe un instinto maternal
innato, pero esto es falso, la psicología y biología han descubierto hace
décadas que tal instinto no existe en las hembras humanas[i],
lo cual quiere decir que efectivamente estamos hablando de una construcción
social.
Las diferencias de género no tienen por qué ser malas a
priori, pero cuando impiden a los miembros de una sociedad realizar sus deseos
o satisfacer sus necesidades, entonces es bueno plantearse si estos roles de
verdad ayudan al funcionamiento de la sociedad en conjunto o si más bien
perjudican y sería mejor intentar cambiarlos. Esto resulta en general una tarea
muy difícil, como sociedad a menudo nos es más fácil modificar necesidades
biológicas que cambiar conductas sociales, la ciencia es tal que es posible
alimentar a un bebé con leche en polvo, pero no ha sido posible que los hombres
se encarguen de dar el biberón a los hijos[ii].
Pero si detectamos que estos cambios son necesarios es una buena idea tratar de
impulsarlos, no imponiendo lo que nosotros creamos “más correcto”, sino
abriendo espacios de discusión y acción para que las propias personas vayan
encontrando mejores formas de aceptarse a sí mismas y de relacionarse con los
demás, de manera que sus roles no choquen tan violentamente con sus intereses o
necesidades.
Situación objetiva de las mujeres.
Otra cosa que es constante en las sociedades es que las
mujeres se encuentran en situaciones más precarias que los varones, trabajan
más y ganan menos, tienen menos libertad para decidir sobre su destino e
incluso sobre su cuerpo, tienen menos acceso a los espacios de toma de decisiones
(desde la familia hasta el gobierno), etc. Por esto decimos que existe una
opresión relacionada al género en las sociedades actuales, alrededor del mundo
las mujeres son oprimidas, aunque el nivel de opresión depende de cada sociedad,
la opresión de género es una constante.
Reconocer las formas de reproducción del capitalismo a través de la familia.
Sabemos que hay otro tipo de opresión constante en la
mayoría de las sociedades, la que imprime el capitalismo a la clase
trabajadora. Sumando esto tenemos que en la mujer trabajadora recae al menos
una doble opresión, una doble explotación. El capitalismo echa mano de todo lo
que está a su alcance para mantenerse como sistema dominante, y en particular
lo ha hecho con la situación desventajosa de las mujeres. La opresión de las
mujeres es anterior al capitalismo, pero la sociedad capitalista ha reforzado
ciertas creencias erradas que perpetúan esta opresión de género porque le sirve
de herramienta para mantener las cosas como están. Un ejemplo es la familia, la
idea de que a las mujeres les corresponde el trabajo doméstico, que no deben
exigir remuneración por éste y que si quisieran un pago deben de realizar
dobles jornadas. Engels decía “La familia individual moderna se funda en la
esclavitud doméstica franca o más o menos disimulada de la mujer, y la sociedad
moderna es una masa cuyas moléculas son las familias individuales.” Es por esta
razón que la cuestión de la mujer debe ser entendida y retomada por los
socialistas, porque la opresión de género es uno de los pilares que mantienen
al capitalismo como sistema dominante. No estamos diciendo que la emancipación
de la mujer traerá consigo la justicia social en otros ámbitos ni viceversa,
pero reconocemos que luchar por esta emancipación es una tarea socialista
fundamental, esto es lo que significa reivindicarse como socialistas
feministas.
¿Qué pasa cuando las organizaciones no toman en cuenta la importancia del feminismo?
En relación a la reciente crisis del SWP en Inglaterra, uno
de los partidos trotskistas más grandes y con mayores logros en el mundo, el
cual se disolvió a partir un caso de denuncias de abuso sexual en donde la
dirección maniobró para proteger al acusado, el FSP, organización hermana,
declara: “Cuando un partido político es
incapaz de involucrarse y no abrazar una lucha democrática central, tal como el
surgimiento de las mujeres a escala mundial, las consecuencias son desastrosas,
tal y como lo muestra lo ocurrido en el SWP. Es aún más notorio cuando el
partido es trotskista ya que uno de los principios fundamentales del trotskismo
es tratar de entender la relación entre las tareas democráticas inconclusas de
nuestro tiempo y la revolución socialista.”[iii]
Y es que en el debate del caso del SWP se puede entrever por
un lado una falta de democracia interna en este partido no sólo para con sus
integrantes mujeres sino en general, y por otro lado una falta grave en la
revisión de sus conductas internas para con sus integrantes mujeres, una
ceguera deliberada para hacer a un lado las opiniones contrarias a las del CC
con argumentos ligados a conductas de género de las compañeras y las cuales
eran ajenas a su labor partidaria, es decir, con argumentos sexistas se quiso
acallar las disidencias.
Es sano para una organización abrazar el feminismo.
Así el feminismo nos ayuda (ojo, ayuda, no resuelve
complemente los problemas) a las organizaciones en dos sentidos, uno es la
observancia de la democracia interna, y el otro es que contribuye a la
consolidación del programa. Estos dos tipos de acciones que corresponden a dos
tipos de necesidades las podemos clasificar en categorías usadas por el
feminismo moderno: el trabajo dirigido y la transversalización. Estas
categorías son muy generales y deben reformularse para ser usadas en
situaciones concretas, en nuestro caso al partido.
“Trabajos dirigidos. Algunos ejemplos [de estas acciones]
incluyen apoyo a la formación de organizaciones de mujeres, fomento de espacios
propios para la formación y creación de competencias, además de la
colectivización de problemas de las mujeres, paso fundamental en su
empoderamiento. Asimismo, abarcan programas dirigidos específicamente a los
derechos económicos, sociales, políticos y culturales de las mujeres.
“Transversalización de género. [Se define como] un proceso
[más que como una acción] que pretende integrar, dentro de una organización,
una perspectiva de justicia de género en el centro o núcleo de todos los
aspectos del trabajo de desarrollo, tanto interno como externo. Implica un alto
nivel de capacidades por parte del personal de la organización, además de la
estructura organizativa necesaria para mantener la perspectiva de justicia de
género en el ‘corazón’ del trabajo y asignar los recursos que requiere la
implementación de procedimientos, políticas y programas de manera coherente con
un marco de justicia de género. La meta es que la transversalización de género
contribuya, tanto a nivel interno como al nivel de programas de una organización,
a la transformación integral hacia la justicia de género.”[iv]
La sugerencia es avanzar paralelamente tanto en trabajos
dirigidos como en el proceso de transversalización, los cuales no son ajenos
sino que se refuerzan uno con otro. Esto implica que busquemos cuáles son
nuestras necesidades de género dentro del partido, para hombres y mujeres, y
entre todos impulsemos acciones que creamos que puedan satisfacerlas.
Como todos estos conceptos son nuevos, iremos teniendo un
mejor entendimiento de ellos poco a poco y así podremos adecuarlos a nuestro
caso y sacarles jugo. Un primer acercamiento nos dice que una de las
necesidades inmediatas como integrantes mujeres en el POS es el acceso a los
espacios, por un lado el poder asistir a las reuniones y por otro el formar
parte de los comités. Una propuesta para satisfacer estas necesidades es, como
refiere el documento de balance, es imponer una cuota de género para el CC.
Otra propuesta, que retomamos del FSP, es la conformación de un grupo de
mujeres al interior del partido[1]
el cual por ejemplo sea una primera instancia a la cual acudir si nos vemos
envueltas en un caso de violencia de género en alguna de sus facetas,
económica, emocional, sexual, etc. ya sea dentro o fuera de las actividades del
partido, para poder discutirlas desde una perspectiva científica y marxista. Parece
que hasta este momento no hemos emprendido acciones de transversalización, es
decir, nuestra organización está en la etapa de buscar nuestras necesidades
estructurales de género dentro del partido, así que esta sería por lo pronto
nuestra tarea en este sentido.
ANEXO
Discusión del congreso en el punto de feminismo.
Se reivindica el estudio de los problemas de las mujeres
desde un punto de vista científico, incluyendo no sólo los aspectos biológicos
sino los culturales, económicos, etc. Se observa que hay una necesidad de
empatar la situación objetiva de las mujeres con las actividades de la
militancia, esto quiere decir una adaptación de ambas partes, un esfuerzo real
por cambiar nuestros roles como mujeres para satisfacer nuestros intereses
partidarios, pero a la vez cambios en la organización para evitar que nuestra
militancia entre en conflicto con las tareas que como mujeres no podemos o no
deseamos abandonar. Estas acciones deberán estar enfocadas a la integración de
más mujeres a nuestra organización, esta necesidad de integración ya la han
observado las instituciones burguesas con lo cual a este respecto tenemos
cierto retraso, pero esta integración se hará en nuestras filas siempre desde
una perspectiva de clase. La integración se refiere también a ir impulsando a
las mujeres para asumir puestos de decisión dentro del partido con la plena
confianza de que pueden realizar el trabajo tan bien como los compañeros
varones. El punto de partida para la planeación y realización de estas acciones
debe ser el que las mujeres no son el ‘sexo débil’ sino un género oprimido. Los
cambios hacia el feminismo del partido deberán reflejarse en los balances
posteriores, así como en contactos con mujeres de otras organizaciones afines,
pero sobre todo en la conceptualización del partido como herramienta de los
sectores más oprimidos de la clase trabajadora para su emancipación, por
ejemplo, el sector mujeres, comunidad LGTB, etc. Para todo esto es necesario
revisar a cada paso el impacto de las actividades que realicemos, así como
tomar en cuenta las acciones que se han realizado en el pasado en esta
dirección y hacer un balance sobre éstas.
Resolutivos para el punto de feminismo.
Reivindicar el feminismo como eje central del programa del
partido, lo que implica tomar acciones formativas en este sentido.
Imponer una cuota de género de al menos dos mujeres para el
CC.[2]
La realización de un encuentro de mujeres con organizaciones
afines.
Discutir la posibilidad de un grupo de mujeres al interior
del partido.
[1] El
Congreso decidió estudiar esta propuesta para clarificar cuáles serían las
tareas de dicho grupo así como sus características organizativas.
[2] El Congreso decidió estudiar esta propuesta para clarificar cuáles serían las tareas de dicho grupo así como sus características organizativas.
[i] Inteligencia
y afectividad. Piaget, J. Argentina: Aique 2005.
[ii] La perspectiva de género. Marta Lamas.
Revista de Educación y Cultura de la sección 47 del SNTE.
[iii] El
feminismo y el abuso sexual en el Partido Socialista de los Trabajadores de
Gran Bretaña. Freedom
Socialist Party. http://www.socialism.com/drupal-6.8/?q=node/2143
[iv] A Guide to Gender-Analysis
Frameworks. Candida March, Inés A. Smyth,
Maitrayee Mukopadhyay. Oxfam Publications 1999.