domingo, 2 de diciembre de 2012

Dance, dance....




Ya mencionamos alguna vez que en principio el problema no es que haya distintos géneros, hombres y mujeres, el problema es que dentro de esta sociedad machista se exige el cumplimiento de ciertas tareas por parte de las mujeres al mismo tiempo que desvaloriza dichas tareas, calificándolas de labores de segunda creando así un círculo vicioso. Si no pedimos la desaparición de los géneros ¿Qué queremos entonces? Vale la pena hacer un paréntesis para aclara la diferencia entre género y sexo, los distintos sexos son macho y hembra, se distinguen exclusivamente por las funciones biológicas que realizan o que pudieran realizar los individuos; los distintos géneros son, por ejemplo, hombres y mujeres, se distinguen más bien por los distintos roles que se realizan dentro de la sociedad, esto es, el género es una asignación social mientras que el sexo es una asignación biológica. Aclarado esto no es muy claro si puede existir una sociedad donde a pesar de que haya géneros distintos, éstos puedan convivir sin que uno oprima al otro. Saliendo de una clase de tango estaba yo cuando me puse a pensar en esto, y ocurrioseme entonces, que sigo sin tener ejemplos reales de este tipo de sociedades, pero creo tener un micro-ejemplo buenísimo: la danza.

En la mayoría de los bailes de salón los hombres y las mujeres tienen asignados cada uno movimientos distintos pero que combinan perfectamente con los del compañero de género opuesto, en total armonía y literalmente al mismo ritmo. ¿Quién es una buena pareja de baile? Aquel o aquella que logra sincronizarse de la mejor manera con su compañer@ de baile. Por ejemplo no tiene ningún sentido que un experto bailarín de tango quiera lucir sus mejores trucos bailando conmigo que soy principiante, lo único que logrará será confundirme, incomodarme y en el peor de los casos hacerme caer, y entonces los dos habremos fracasado rotundamente al intentar bailar. Pero aquella persona que reconoce la cadencia de la pareja y le saca jugo a su poca o mucha técnica, esa sí que sabe el significado de bailar. Y quienes sí saben bailar son mis maestros de tango, Charlotte y Miguel, que como maestros realizan perfectamente los pasos tanto femeninos como masculinos, ya que muchas veces por ejemplo Carlotte necesita enseñar a los hombres los movimientos y requiere realizarlos ella misma, y Miguel lo propio para corregirnos a las mujeres. Así es como del profundo conocimiento de los roles ellos enseñan a cada pareja de baile a comunicarse entre sí, a acoplarse y disfrutar de la mejor manera cada ejercicio de la danza.

Me encanta el baile por muchas razones y me acabo de dar cuenta de una más: es justo un lugar donde los roles de cada género están diseñados no para que uno se eleve sobre el otro, si no para que los dos juntos realicen el arte del movimiento en armonía.  Para mí, de manera muy personal, el baile representa uno de los ejes que me mantienen en este mundo, y parece que no soy la única, ya decía la gran bailarina y coreógrafa Pina Bausch: “Dance, dance… otherwise we are lost”.

De caricatura...

Ahora nos pusimos gráficos, quiero compartir uno de los dibujos de la serie "Lola" de Alejandra Lunik, y la serie completa "No es lo mismo degenero la equidad, a la equidad de género" de Trino monero, ambos excelentes caricaturistas.  Los dos trabajos tratan de mostrar el contexto social y cultural que hay detrás de la desigualdad de género. 

Alejandra lunik: Lola Nº 52. Florcita, qué tontita!

¿Tú qué opinas, como Lola crees que hay que exigir en voz alta respeto y equidad, o como Flor crees que el machismo existe sólo en nuestra imaginación? Nosotros estamos del lado de Lola, creemos que el machismo existe y reconocemos sus consecuencias en nuestro día a día. Más aún, queremos entender las causas de la desigualdad y combatirlas, empezando en aquellos lugares donde nos desenvolvemos: la familia y el trabajo. Los invitamos a echarle un ojo la serie completa de Lola, no todas las caricaturas son subversivas, pero todas  tienen un rico humor femenino: http://alejandralunik.blogspot.fr/


 Ahora el trabajo de Trino.  Los dibujos forman parte de los trabajos del Programa Alas y Raíces de CONACULTA, dejamos un extracto de la cédula introductoria de la serie:


"Esta exposición es para ti. Salió de la casa o de un mercado, de un parque o de un me acuerdo. Alguien lo dijo hace muchos años y alguien lo dice todavía. Está de risa para no llorar. Nos pasó cuando éramos niñas y niños pero ya no queremos que se repita, con ninguna niña ni con ningún niño. Con ninguna persona.  ¿Cuántas veces escuchaste estas frases? ¿Cuántas veces has dicho esas u otras parecidas? Son muy viejas. Y sin embargo aquí siguen. Quizá se escuchan hasta en nuestras familias. Son nuestras enemigas porque impiden que hoy sea realidad la igualdad entre niñas y niños, mujeres y hombres. Cada vez que se  pronuncian se aleja un día más esa posibilidad. Con ellas llega además un mañana difícil para ellas y ellos. ¿Qué hay en esas frases?"











© "No es lo mismo equidad de género que degenero la equidad" Ilustraciones de TRINO para Alas y Raices, CONACULTA

 ¿Te recuerdan algo las caricaturas de esta serie, te identificas en alguna? A mí la que más me gustó y que me removió algunos recuerdos fue la de "...sírvele a tu hermano más tecito ¡Atiéndelo!"; y si nos dieran un peso por cada que alguien grita "vieja el último"... Creemos que efectivamente este tipo de acciones y comentarios son el reflejo de lo inequitativo de la sociedad y además contribuyen a que las cosas sigan como están.

Cambiar la sociedad en su conjunto es una labor necesaria, pero bastante ambiciosa. Los comentarios sexistas y el acoso son realidades con las que convivimos cotidianamente. Sin embargo podemos empezar cambiando nuestro entorno inmediato. Si logramos que nuestras familias, escuelas, centros de trabajo queden libres de este tipo de actitudes habremos hecho una labor valiosísima para nosotros y para generaciones futuras.  Si logramos un ambiente seguro en las escuelas y centros de investigación para nuestras alumnas, profesoras, investigadoras, estaremos entregando una fortaleza donde será mucho más fácil concentrarse para realizar las labores que requiere la generación de conocimiento, y donde será mucho más difícil caer en la angustia que generas las agresiones sexistas. Estaremos entregando un respiro, un lugar a salvo. Si lo pensamos bien no debemos exigir nada menos que esto.



jueves, 18 de octubre de 2012

¿Cuántas somos? ¿Dónde estamos?





Seguimos con las reseñas de los artículo contenidos en la Revista Ciencia en su edición julio-septiembre 2012. Esta vez con el artículo escrito por la Dra. Olga Bustos que nos muestra datos señalando cuáles son las áreas de conocimiento que cuentan con mayor incursión femenina y detalla las diferencias entre los diferentes niveles del SNI a este respecto.


El texto comienza mencionando que la educación superior sigue siendo un privilegio al que solo accede una parte minoritaria de la población tanto en México como a nivel mundial. También se hace hincapié en que la igualdad y equidad de los géneros está estrechamente relacionado con los derechos legales de las mujeres y se mencionan algunos instrumentos normativos para la lucha contra la discriminación en el marco de defensa de derechos humanos. Por poner un ejemplo uno de los “Objetivos del Milenio” (ONU) es eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres en todos los niveles educativos para el año 2015.
Por otro lado se señala que a lo largo de la historia las mujeres siempre han generado reconocimiento aunque esto no siempre se les ha reconocido, y aunque la admisión de las mujeres a las escuelas de educación superior es reciente en comparación a la antigüedad de dichas instituciones en los últimos años se ha logrado cierta equidad. Se dan algunos datos para mostrar la evolución de la integración femenina a la educación superior a nivel mundial, por ejemplo en 1960 las mujeres representaban un tercio de la matrícula total para este nivel educativo, pero para el año 2000 constituían ya el 50 por ciento  y para el 2007 el 51 por ciento. Asimismo se señala que según datos de la UNESCO del año 2008 a nivel maestría las mujeres representaban  el 56 por ciento, para nivel doctorado en 44 por ciento y el 39 por ciento del personal de investigación.
El texto refiere que debido a que vivimos en una sociedad patriarcal existe una división del trabajo donde las mujeres son asignadas a las labores privadas de cuidados de la familia y mantenimiento del hogar, y los hombres a las “tareas del mundo público” como el trabajo remunerado y la educación formal.

Al hacer el análisis a nivel nacional se muestra la incursión de las mujeres en los distintos niveles académicos:

·         Las mujeres representan aproximadamente la mitad de la matrícula a nivel superior, pero que al hacer un desglose puede observa que hay carreras donde la inserción femenina es mucho más marcada que en otras. Por ejemplo de 1983 al 2006 el porcentaje de mujeres en el área de ciencias de la salud pasó del 47 al 64 por ciento respectivamente, mientras que el área de ingeniería y tecnología  pasó del 14 al 30 por ciento.

·         A nivel posgrado se tienen datos similares, la mayor matrícula femenina se encuentra en las áreas de ciencias de la salud y de educación y humanidades donde incluso sobrepasa el 50 por ciento, mientras que áreas como ciencias exactas e ingeniería y tecnología las mujeres representan el 38 y 32 por ciento respectivamente.

·         Respecto al personal de investigación según datos del SNI en 1984 (cuando se creó este organismo) las mujeres representaban el 19 por ciento, para el 2010 esta cifra se incrementó para alcanzar un 33 por ciento. Desglosando por niveles este último dato, se tiene que las mujeres representan el 40 por ciento en la categoría de Candidatos, el 35 por ciento para Nivel I, el 28 por ciento para Nivel II y finalmente el 20 por ciento para Nivel III. El texto desglosa estos datos también por áreas de conocimiento donde la menor participación femenina se encuentra en ciencias físico-matemáticas y de la Tierra donde las mujeres representan solamente el 19 por ciento (tomando en cuenta todos los niveles).

Después se analiza la participación de las mujeres en los comités del SNI y se encuentra que “En lo que atañe a los comités de evaluación o de acreditación en diferentes instituciones, la participación de las mujeres es mínima, a pesar de que muchas de las investigadoras cumplen ampliamente con el perfil requerido.” Algunos datos que resaltan son que en el área de ciencias físico-matemáticas y de la Tierra tuvo la representación más alta de mujeres en la comisión dictaminadora de esa área (41 por ciento), pero la comisión evaluadora contrasta marcadamente, al tener cero por ciento de mujeres; también aparecen con cero por ciento las áreas de ciencias sociales y de biotecnología y agropecuarias.
Basado en los datos usados a lo largo el texto “se observa que siguen persistiendo sesgos de género que obstaculizan la inserción de mujeres en cargos que implican toma de decisiones”, así como un sesgo importante en cuanto a áreas de conocimiento. Las recomendaciones que se dan para solucionar estos problemas son:

·         Poner en práctica las convenciones y tratados internacionales que México ha suscrito en materia de equidad de género.

·         Incorporar la perspectiva de género en las políticas educativas y tomar esto en cuenta para los planes presupuestales.

·         …establecer y poner en práctica políticas de acción afirmativa con el objeto de ir cerrando la brecha tanto en las áreas y carreras específicas donde el porcentaje de mujeres todavía no rebasa el tercio del total” como por ejemplo “ofrecer opciones en caso de que las estudiantes, durante la realización del doctorado, incursionen en la maternidad”.

·         Reconocer que si bien implementar una perspectiva de género en las instituciones de educación superior es una tarea que requiere un arduo trabajo, se pueden establecer y lograr metas a corto, mediano y largo plazo.

Nuevamente coincidimos con las ideas planteadas en este texto, aunque hacemos la aclaración que las estadísticas que demuestran la equidad de género a nivel universitario pueden ser engañosas ya que como mostraremos en otro artículo en este mismo sitio, aunque las mujeres representen hoy día el 50 por ciento de la matricula de este nivel una parte considerable no llega a ejercer los conocimientos adquiridos, fallando así para esta población el objetivo educativo. Algo que me parece muy importante señalar es que en el texto se menciona, en referencia a la tercera de las recomendaciones en este escrito, que la UNAM cuenta ya con una política de acción afirmativa respecto a las estudiantes de doctorado que deciden ser madres, quiero mencionar a nivel personal que yo realicé mi doctorado en la UNAM, en el Programa de Ciencias Matemáticas, pero nunca me enteré de este tipo de acciones, y mi percepción es que mis profesoras tampoco estaban enteradas pese a que me constan sus esfuerzos por buscar medios para ayudar a las alumnas que tenían o estaban por tener hijos. Me parece de suma importancia que se den a conocer al personal de investigación y a los alumnos tanto los tratados a los que están suscritas las instituciones en materia de género como las acciones que cada organización está llevando a cabo. En este mismo sentido me parece que debería también haber un flujo de información a la inversa, es decir, que una como alumna o trabajadora tuviera un espacio para hacer saber sus necesidades.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Video Motivacional

Invitando a la comunidad científica a pensar con perspectiva de género. Con un renovado respeto por los video-bloggs Anímese y comente :)



lunes, 15 de octubre de 2012

Ciencia y Género. Techo de Cristal.


Autora: Veronika Sieglin.

Continuamos con la serie de reseñas a los artículos de la Revista Ciencia en su edición de julio-septiembre 2012. En esta ocasión estudiamos el artículo que lleva por título el de esta entrada, reseñamos su contenido y damos nuestras sugerencias al final.

Se le llama “techo de cristal” a aquellos problemas que difícilmente podemos señalar de manera concreta pero que dificultan el ascenso de las mujeres dentro de las instituciones y en general el desarrollo de sus carreras profesionales. Para explicar este concepto el texto comienza con un análisis basado en datos de la UNESCO donde se observa que en las últimas décadas ha habido un aumento del gasto de los países para ciencia y tecnología, y que de hecho esto constituye una de las estrategias de desarrollo. Este gasto de recursos se refleja por ejemplo en el incremento del número de investigadores de tiempo completo que se dedican a labores científicas y tecnológicas, pero esto no va acompañado de una participación más equitativa de las mujeres en este campo profesional.

“Aun cuando son innegables los esfuerzos de instancias supra nacionales y nacionales para incorporar más mujeres a la ciencia y la tecnología a lo largo de las últimas décadas, los avances siguen siendo lentos y apuntan a la persistencia de problemas comunes que limitan un ingreso más vigoroso de las mujeres en este sector productivo. Estos problemas han sido denominados ‘techo de cristal’.” Cabe resaltar que esta problemática está extendida a nivel mundial, y la podemos encontrar en países cuyas leyes parecieran más favorables para las mujeres en comparación con México.

Una de las posibles causas del “techo de cristal” que menciona el texto es el entorno social y político, se sugiere que la sociedad ubica a las mujeres en un nivel inferior que a los hombres, esto crea un tope a priori para el desarrollo de las mujeres a la vez que influye en su toma de decisiones. Uno de los síntomas a nivel internacional es el menor número de vínculos internacionales que crean las mujeres científicas respecto a sus compañeros varones, poniéndolas en una desventaja competitiva. El texto menciona que dentro de las soluciones adoptadas por diversos países para enfrentar este problema están el apoyo a redes profesionales de mujeres, becas especiales, valoración de las contribuciones de las mujeres, sensibilización acerca de la discriminación que sufren e infraestructura social para hacer compatible el trabajo y la familia; aunque el texto no menciona ejemplos específicos de dichos apoyos.

Otra causa que se menciona es la disparidad en las relaciones de poder. Se da cuenta de la gran brecha entre hombres y mujeres en los puestos académicos más altos, así como en los ingresos salariales, a nivel nacional e internacional. Se analiza el impacto negativo de este empoderamiento desigual en dos ámbitos: formal e informal. En el ámbito formal se describen situaciones en las que al ser un varón el jefe o supervisor se tomaban medidas discriminatorias, estos problemas se sugiere resolverlos mediante instancias como defensorías o procuradurías de género. El ámbito informal se define como “un sistema de comunicación, interacción e intercambio entre diversos actores del mundo académico que no está regulado por la normatividad institucional”, como son las redes de apoyo, reuniones sociales, etc. en donde también se comparte (o no) información, se discute y decide el devenir científico de las personas, etc. El texto sugiere que en este ámbito las mujeres se encuentran con las mayores desventajas y le da un gran peso a este factor, notando que este tipo de segregación, aún cuando queda fuera de las normatividades, es parte de la dinámica política de la institución.

Se hace mención también del acoso laboral hacia las mujeres, entendido este como “los actos discriminatorios [que] se ejercen de forma sistemática, con una clara intención de daño a la víctima y por lo menos durante un periodo de seis meses.” Se reseñan algunos estudios sobre acoso laboral en México y en el extranjero. Además del impacto negativo directo de esta práctica en el ascenso laboral de las mujeres se hace énfasis en que “la exposición a tratos discriminatorios y al acoso laboral genera con el paso del tiempo perjuicios para el bienestar psicofísico de las víctimas”, lo cual aumenta la gravedad de este fenómeno, finalmente se sugiere realizar más investigaciones al respecto.  

El texto también señala que las políticas neoliberales fomentan la competencia dentro de las instituciones científicas, y que si bien esta competencia no es necesariamente negativa, tienden a favorecer la discriminación de grupos minoritarios. A este respecto se sugiere, como medida para romper el “techo de cristal”, el “adoptar políticas laborales que, en vez de propiciar la competencia de todos contra todos, con particular afectación de grupos minoritarios como las mujeres, ofrezcan condiciones de trabajo que favorezcan el despliegue de la creatividad e inteligencia de sus integrantes.”

Coincidimos con el artículo, añadimos que en el marco informal es donde pueden llegar a darse con más alevosía prácticas no sólo de acoso laboral si no también otro tipo de abuso como el maltrato emocional o el acoso sexual, los cuales también dificultan el desarrollo profesional y el bienestar psicofísico de las víctimas y que también valdría la pena analizar el impacto de estas prácticas en las instituciones mexicanas. Hacemos también énfasis en que la promoción del modelo de competencia de todos contra todos se inscribe dentro de los cambios sociales y económicos a nivel mundial, es decir, una vez más observamos que los modelos macroeconómicos de las sociedades hoy en día tienden mantener la opresión actual de las mujeres en vez de fomentar su desarrollo personal y laboral.

lunes, 1 de octubre de 2012

"El Segundo Sexo" de Simone de Beauvoir. PRIMERA PARTE. DESTINO.


CAPITULO II. EL PUNTO DE VISTA PSICOANALÍTICO.

Para destacar el atraso en la comprensión de la psique femenina, el capítulo comienza reseñando brevemente un trabajo anterior a Freud, cuya conclusión es que lo concerniente a la libido es de aspecto totalmente masculino. Simone reconoce el avance en el trabajo de Freud al desarrollar una teoría para comprender el desarrollo psicológico de las mujeres. La teoría de Freud está basada en el desarrollo sexual, para las mujeres plantea por ejemplo una etapa dominada por un complejo llamado de Electra, la versión femenina del complejo de Edipo, y reconoce la importancia de dos centros eróticos femeninos: el clítoris y la vagina. La primer crítica a este trabajo es que más que ser un estudio en sí es una adaptación de la versión masculina, lo cual la hace poco sostenible, por ejemplo la teoría  incluye una fase en el desarrollo de la niña marcada por un complejo de castración, queriendo decir que la niña siente frustración por no tener pene, pero dado que no hay un conocimiento sensorial de lo que es tener un pene, no es posible que la niña experimente dicha frustración.

Simone reseña otra teoría, la de Adler, esta plantea como motor del desarrollo de la mujer un sentimiento de vergüenza de lo femenino y de envidia de lo masculino, no ya por un sentimiento de castración física si no por una valoración de lo femenino como inferior, debido a la percepción del entono social que da posiciones privilegiadas a los hombres en la familia, la educación, etc. Según Adler la mujer tiende entonces a masculanizarse o a luchar contra el hombre, resolviendo su conflicto a través de la maternidad. Una primera crítica a esta teoría es que no intenta develar la cuestión fundamental del origen de los privilegios del hombre dentro de la sociedad. Otra crítica es que en oposición a Freud, deja de lado el aspecto sexual, que si bien no es el único factor en el desarrollo humano sí es parte fundamental de éste.

La queja principal de Simone a estas dos teorías es su carácter determinista, es decir, suponen a priori que durante el desarrollo de cualquier persona aparecerán conflictos específicos y que el devenir del individuo estará marcado por la resolución o no de estos conflictos. Pero el desarrollo humano es mucho más dinámico que esto, ya que involucra a cada instante el reconocimiento y asimilación del entorno exterior, las construcciones mentales de cada individuo como el orgullo, la vergüenza, la envidia, etc. dependen fuertemente de sus propias experiencias. Aún así hay ciertas constantes, ciertas situaciones y conductas que se experimentan en general por todas las personas, esta generalidad hace de las teorías psicoanalíticas una herramienta válida. Pero las etapas que marcan el desarrollo mental son de una naturaleza dinámica, por ejemplo no necesariamente lineal, y plantean al individuo retos para los cuales habrá múltiples opciones de resolución, y cada persona optará o no por alguna solución según su propia experiencia.

Simone comenta que en el ámbito sexual, en principio por meras razones anatómicas, para los niños es más fácil explorar sus genitales, que incluso se le dan atribuciones al pene que los ayudan a reafirmarse como individuos dentro de una sociedad. Para las niñas el proceso de reconocimiento de su sexualidad es más complicado, lo cual invitaría a concluir que dada la importancia de la sexualidad en el desarrollo humano, las mujeres se encuentran en desventaja respecto a los varones en cuanto a su desarrollo psicológico. Pero Simone resalta que  tampoco esta posible diferencia dentro del desarrollo psicológico implica automáticamente que el destino de la niña sea convertirse en un ser sometido, deberíamos preguntarnos por las razones por las que las sociedades dan dichas atribuciones al falo, “Solo en el seno de la situación captada en su totalidad funda el privilegio anatómico un verdadero privilegio humano”. Debemos entonces seguir nuestra búsqueda de las razones del destino femenino. 

jueves, 27 de septiembre de 2012

Scientists, Your Gender Bias Is Showing

Los problemas de género en la sociedad en general y en particular en la comunidad científica son causados por múltiples factores: los roles preestablecidos, la incompatibilidad de los tiempos académicos con los tiempos adecuados para la maternidad, la doble jornada laboral, etc.  Probablemente haya otros tantos que todavía no descubrimos, además tampoco logramos identificar exactamente de qué manera dificultan cada uno de estos factores el avance de las mujeres dentro de la academia respecto a sus colegas varones.

Uno de los factores es la existencia de discriminación directa hacia las mujeres dentro de la comunidad científica en cuestión de contrataciones. Esto queda demostrado en un estudio realizado por  investigadores de la Universidad de Yale, Corinne Moss-Racusin y colaboradores, en donde se entregaron expedientes para solicitar un puesto de laboratorio.  El experimento fue el siguiente: se entregaron expedientes con contenido idéntico en cuanto a habilidades y competencias, pero a veces el expediente era dado con un nombre femenino y otras con un nombre masculino. En los resultados obtenidos se observa que los solicitantes con expedientes femeninos fueron calificados como menos aptos para su contratación, además de que el sueldo ofertado fue significativamente más bajo para las mujeres que para los hombres. Cabe decir que no hubo diferencias en la manera de evaluar de los hombres respecto a la manera de evaluar de las mujeres que se encontraban dentro de las comisiones evaluadoras.

Las conclusiones del estudio si bien no nos extrañan del todo no dejan de sorprendernos. Habrá que hacer este tipo de experimentos en nuestros centros de trabajo para determinar en qué grado ocurre este tipo de discriminación en nuestros propios institutos, pero todo apunta a que la academia no se escapa de las prácticas sexistas que se llevan a cabo cotidianamente en todos los niveles de la sociedad en la que vivimos. Tal vez sea ingenuo pensar que desde nuestros laboratorios podemos conformar un programa para acabar con el machismo en el mundo, pero una vez identificadas prácticas sexistas dentro de la comunidad científica es imperante que diseñemos con prontitud un programa para erradicarlas al menos dentro de la academia, esto sí que no es mucho pedir, y más que un pedir, debe ser una exigencia.

Les dejo la liga del blog con la primer nota que leí acerca del estudio, la cual escribe Ilana Yurkiewicz, estudiante de medicina en Harvard: Scientists, Your Gender Bias Is Showing.
 También la liga al artículo mencionado donde se pueden encontrar los detalles técnicos del estudio: Science faculty’s subtle gender biases favor male students.


lunes, 27 de agosto de 2012

Revista Ciencia AMC. MUJERES en la Ciencia.

Con gran gusto compartimos el último número de la revista Ciencia, editada por la Academia Mexicana de Ciencias, el cual dedica a las cuestiones de género dentro de la ciencia en México. Estadísticas, ensayos, propuestas y testimonios alrededor de la experiencia de ser científica están vertidos en sus páginas. Ahora presentamos un resumen y comentarios sobre el primer artículo, el cual es uno de los que más ha llamado nuestra atención por la claridad de sus planteamientos. Próximamente compartiremos nuestro análisis de los demás escritos. Aplaudimos este esfuerzo por lograr la equidad de género en la ciencia e invitamos a todas a participar en él comentando y compartiendo.




Angélica Evangelista García,Rolando Tinoco Ojanguren y Esperanza Tuñón Pablos.

Coincidimos plenamente con una de las primeras afirmaciones del artículo y que hemos recalcado en entradas pasadas: “La cultura marca a todos los seres humanos con el género, y el género marca la percepción de todo lo que demás que nos rodea.”

El artículo utiliza estadísticas de ANUIES y CONACyT para mostrar que si bien el incremento de la matrícula femenina en las instituciones de educación superior, y sobre todo en posgrado, se ha incrementado notoriamente, la participación de las mujeres decrece drásticamente al considerar los niveles académicos más altos (por ejemplo niveles II y III del SIN). “En realidad, puede afirmarse que las mujeres constituyen en todos los casos una pequeña minoría de las personas que ocupan los puestos científicos de mayor responsabilidad.” Lo anterior viene a confirmar lo que vivimos en nuestros centros de trabajo.

Se sugiere que el problema de la poca participación femenina en puestos de mayor responsabilidad es “el conflicto de papeles que experimenta al tener que atender, simultáneamente, las demandas familiares y las profesionales.” Este es justo el eje de nuestra entrada pasada, donde hacemos notar que las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado.

Como medidas necesarias para hacer de la ciencia un espacio más incluyente se mencionan:
·         Primero: un análisis institucional  profundo sobre las inequidades de género que de luz sobre las causas de dicho fenómeno dentro de los centros académicos.
·         Segundo: implementar o aumentar las cuotas de mujeres aspirantes a plazas científicas y tecnológicas.
·         Tercero: impulsar políticas para lograr la participación de mujeres en puestos de evaluación y decisión, apoyar las redes de mujeres en ciencia y reservar fondos para incentivos para mujeres científicas.

Si bien creemos que estas medidas son necesarias como hemos dicho anteriormente, y siguiendo sugerencias del propio artículo, creemos que debe haber un cambio de enfoque respecto a las actividades domésticas, específicamente una revalorización de las mismas, como un primer paso para lograr equidad en la distribución del trabajo doméstico entre hombres y mujeres. Sin esto sólo estaremos atacando las consecuencias de una de las principales causas de que las mujeres no puedan desarrollar plenamente sus aptitudes científicas, y en general desenvolverse de manera plena como individuos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

"El Segundo Sexo" de Simone de Beauvoir. PRIMERA PARTE. DESTINO.



CAPÍTULO I. BIOLOGÍA.

"¿Qué representa la hembra en el reino animal? ¿Qué singular especie de hembra se realiza en la mujer?" En todas las especies machos y hembras desarrollan conductas distintas respecto a la supervivencia de la especie, estas diferencias pueden ser muy marcadas, como en el caso de los leones, o casi imperceptibles, como en algunos peces. En el aspecto estrictamente biológico ¿cuáles son las diferencias entre machos y hembras en la especie humana?
Para la mujer es evidente que la posibilidad de dar a luz, lo cual si bien puede ser psicológicamente una experiencia sumamente enriquecedora, en el aspecto físico conlleva numerosas desventajas. Nuestro cuerpo está preparado desde el nacimiento para que dentro de él se geste el primer desarrollo de los nuevos individuos, las hormonas hacen que nuestro cuerpo se desarrolle de cierta manera, en general las mujeres son más pequeñas, tienen menos peso y menos fuerza física en comparación de los hombres, etc. Además de estas diferencias estáticas las mujeres experimentamos una serie de cambio cíclicos propios de los procesos de reproducción, es en la pubertad cuando una avalancha de hormonas nos inicia en esta serie de transformaciones. Pocas mujeres podrían decir que la menstruación no es un proceso molesto. El ciclo de ovulación que se lleva a cabo cada mes de nuestra etapa reproductiva genera transtornos en nuestro metabolismo, que se reflejan en desequilibrios físicos y emocionales, y que además pueden llegar a causar dolores desde leves a intensos dependiendo de cada persona, sin que nosotras podamos hacer mucho al respecto. El embarazo es una experiencia mucho más intensa de cambios y suele implicar un sacrificio físico por parte de la madre, como la pérdida de calcio, fatiga, cambios intensos de humor, etc. El parto suele ser una experiencia sumamente dolorosa, y en ciertos casos implica un peligro serio para la madre, como en la situación de madres adolescentes. La menopausia es otro proceso que acarrea otra serie de desequilibrios notorios en nuestras vidas.
El análisis que se hace en esta parte del libro, además de resaltar estas desventajas, hace notar que si bien los hombres pueden en algún momento acoplar a su actividad cotidiana los procesos biológicos que les corresponden en cuanto a la reproducción, las mujeres difícilmente podremos aceptar los procesos que suceden en nuestro interior, los cuales nos parecen ajenos a nuestra voluntad, y entonces nuestro propio cuerpo se nos presenta como alienado por un destino biológico que no hemos escogido a priori.
Acerca de las diferencias antes enlistadas, y otras más que se mencionan en el texto, Simone concluye esta sección: "Estos datos biológicos son de suma importancia... constituyen una de las claves que permiten comprender a la mujer." Y he aquí la hipótesis que dará pie a seguir con nuestro estudio, "Pero lo que rechazamos es la idea de que constituyan para ella (la mujer) un destino petrificado. No bastan par definir una jerarquía de los sexos... no la condenan  a conservar eternamente ese papel subordinado."

lunes, 9 de julio de 2012

Discriminación Laboral. Actividad Doméstica: Una Labor No Remunerada.

El siguiente es un artículo publicado en la revista Pluma que edita el Partido Obrero Socialista, el cual al igual que el Freedom Socialist Party de Estados Unidos defiende un programa político socialista feminista y la premisa de que "el sistema capitalista depende del trabajo doméstico para poder seguir subsistiendo"[1].

Ofelia Imelda Rivera Cortés y Eréndira Munguía Villanueva.


La revolución industrial y el surgimiento del capitalismo moderno engendró uno de los mayores avances para las mujeres: el acceso en el área de la producción social y remunerada. La debilidad física característica de la biología femenina pudo compensarse con el uso de la tecnología, el manejo de mucha de la maquinaria moderna no requiere de un despliegue de fuerza superior a la capacidad de la mujer. Sin embargo los logros tecnológicos no repercuten en el desenvolvimiento de la mujer en la sociedad, si no que son absorbidos para beneficio del sistema patriarcal de propiedad privada. La familia se consolida como un elemento de opresión hacia la mujer, donde el hombre es quien tiene todo el poder de decisión, se relegan a la mujer las tareas domésticas y más aún, ésta se ve comprometida a ampliar su gasto de fuerza laboral para cumplir con la doble función: trabajar en la fábrica, oficina, mina, escuela, etc. y a la vez dar sus servicios de trabajo doméstico en el hogar sin remuneración alguna. Explicar con claridad la exclusión del trabajo doméstico en la cuenta de actividades productivas y la desigualdad laboral entre hombres y mujeres no es tarea fácil, y es hoy en día una discusión abierta.

Valoración de las tareas domésticas.

Es innegable la tremenda importancia de las labores domésticas de dentro del engranaje de las sociedades, las tareas de limpieza y cuidados que se realizan en el hogar son imprescindibles para el desarrollo saludable de toda persona. Para calcular el valor de las labores domésticas y su equivalente monetario podemos etiquetar cada actividad por su precio en el mercado y así darnos una idea de la suma a la que asciende. Por poner un ejemplo el lavado de ropa en lavanderías de mostrador cuesta aproximadamente de 10 pesos por 1 kg, considerando una carga de 6 kg se tendría que cada vez que lavamos ropa estamos realizando una actividad con valor de 60 pesos. Solemos decir que vamos cocinar o lavar ropa en la casa “para no gastar”, si bien este es un razonamiento común, si pensamos más detenidamente, simplemente estamos realizando una actividad en lugar de pagar por ella, en lugar de “gastar” dinero estamos “gastándonos” nosotros mismos. De igual forma con la elaboración de algún alimento, la limpieza de calzado, etc.

Es decir, el producto del trabajo doméstico puede explicarse también a partir de las definiciones de Marx de valor de uso y valor de cambio. El que usualmente el trabajo doméstico que realizamos sea en beneficio de nuestra propia familia (valor de uso) no implica automáticamente que deba de tener un carácter no remunerado, ya que como cualquier otro trabajo implica un gasto de energía por parte de quien lo realiza y esto hace que adquiera un valor (valor de cambio), potencialmente equiparable al valor de cualquier otra actividad humana que requiera el mismo despliegue de energía.

Recientemente en México, y por recomendaciones internacionales, se ha empezado a contabilizar (aunque no desde un enfoque marxista) el valor del Trabajo No Remunerado en el Hogar (TNRH)[2]. Para este cálculo se toman en cuenta todas las actividades domésticas y cuidados del hogar que se traducen en servicios no remunerados prestados a los propios miembros del hogar, y que podrían ser realizados por personas ajenas: labores de limpieza, el pago de servicios, ciertas compras, la atención de los hijos, etc. y se aproxima su valor siguiendo los principios que usamos para el lavado de ropa (claro que en una versión más compleja). Según los datos recopilados, en el año 2010:

-El total de la población que participa en la producción de bienes y servicios (de manera remunerada o no) es de 79 millones de personas, de las cuales 53.5% son mujeres y 46.5% son hombres.

-La tasa de participación en el trabajo no remunerado es de 61.8 para mujeres y 26.3 para hombres.

-La tasa de participación en el trabajo remunerado es de 36.1 para mujeres y 67.7 para hombres.

-El valor económico de las horas de TNRH resultó equivalente al 21.9% en relación con el PIB de la economía total.

Esto confirma que en la actualidad las mujeres son las que realizan la mayoría del TNRH, aún cuando en principio mujer y varón tenemos los mismos derechos y las mismas capacidades para llevar a cabo las labores en el seno del hogar. Al hacer el desglose de la participación en el trabajo remunerado y no, se hace evidente la desvalorización que tiene el trabajo realizado por las mujeres. Entre los trabajadores que trabajan sin recibir remuneración la mayoría son mujeres, en una proporción de 3 a 1.

Aún cuando las tareas domésticas tienen una función primordial en el desarrollo de las personas y de la sociedad en general, y aunque al ser contabilizado dentro del PIB el TNRH resulta ser una parte considerable de éste, para la Estadística Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE)[3] las actividades domésticas no forman parte de las actividades económicas. Esto implica que las personas que se dedican exclusivamente a tareas dentro del TNRH no son tomadas en cuenta dentro de la población económicamente activa y para la sociedad pasan tristemente a formar parte de los “NINI's”.

Trabajo remunerado y discriminación laboral.

Aunado al problema de la desvalorización del TNRH existe una discriminación hacia la mujer en el ámbito del trabajo remunerado. El primer dato a resaltar es la desigualdad en cuanto a los salarios, de la población que cobra cuando mucho un salario mínimo, el 52% son mujeres, mientras que de la población que gana más de cinco salarios mínimos sólo el 28% son mujeres.
El ENOE 2010 divide en 10 grupos ocupacionales las actividades del trabajo remunerado. En la mayoría de los grupos ocupacionales dentro del trabajo remunerado las mujeres ganan menos que los hombres, la situación extrema es el de las ocupaciones industriales, en donde las mujeres perciben tres cuartas partes (76.6%) del ingreso que perciben los hombres.

La actividad económica donde más integradas están las mujeres es la del comercio, pero es precisamente ésta en donde se encuentran el mayor índice de discriminación salarial. Para alcanzar la equidad salarial entre uno y otro sexo se requiere en el sector comercial aumentar el salario que perciben las mujeres en un 52.2%, para las ocupaciones industriales el aumento debería ser de 29% y para los puestos de funcionarios y directivos del 24.9%. A nivel del total de trabajadores asalariados, para lograr la equidad, el aumento al salario de las mujeres debería ser del 8.6%, siendo los grupos más equitativos en cuanto al salario los que cuentan con menos incursión femenina.

¿Qué hacer ante la desigualdad?

Para resolver estas desigualdades de género necesitamos hacer un análisis profundo y preguntarnos qué las está generando. Como hemos dicho el TNRH no fue desde siempre responsabilidad única de las mujeres. En los hogares preindustriales el trabajo doméstico era mucho más variado y complejo, y los hombres participaban en éste de diferentes maneras como en la caza y la conservación de los alimentos, en la fabricación de textiles, etc. Además de que las labores de limpieza no eran tan extensas como lo son ahora debido a la moderna concepción de higiene[4]. Es decir, no es cierto que la asignación a las mujeres como responsables del hogar sea una cuestión de fundamento biológico que haya existido desde siempre, como tampoco es cierto que la modernidad ha venido a disminuir la jornada de trabajo en el hogar. Lo que sí es un hecho para las mujeres es que desde que nacemos los estereotipos sociales nos abordan y encapsulan a una función, y paradójicamente es la misma sociedad la que no nos reconoce plenamente las funciones que nos asigna. Sacudir estos prejuicios no es tarea fácil ni siquiera para nosotras mismas, pero es un paso forzoso que debemos dar para llevar una vida plena y feliz. Debemos reconocernos a nostras mismas como seres humanos igual de aptos y capaces que los varones, al tiempo de exigir la igualdad en derechos. Una de las reivindicaciones que debemos enarbolar es el reconocimiento de la labor doméstica como un trabajo más en la lista de actividades productivas, y en donde bien pueden participar y contribuir tanto el varón como la mujer en igualdad de fuerza de trabajo. Exigimos ya reconocimiento y la no discriminación laboral para nuestro género.



[4]  El Trabajo de Cuidados. Historia, Teoría y Políticas. Cristina Carrasco et al. 2011

martes, 22 de mayo de 2012

Lise Meitner, la científica que descubrió la fisión nuclear.

Esta historia no me la sabía:
"La mujer menuda que consiguió escapar de los nazis. La física responsable de la fisión nuclear. La madre judía de la bomba atómica y, al mismo tiempo, la única científica que no quiso colaborar en el proyecto Manhattan."

Les dejo la liga al texto completo sobre la vida de esta magnífica mujer en ciencia:
Lise Meitne
Lise Meitne en Wikipedia

miércoles, 9 de mayo de 2012

A propósito del mundo en el que queremos vivir.

¿Y tú qué has pensado?¿Cuál es tu experiencia como mujer en la ciencia? ¿Qué nuevos espacios hay que construir? ¿Qué nueva arquitectura debe de regir estos espacios?  Dejo un fragmento de un escrito que nos compartieron de la arquitecta Pascuala Campos,  y la liga al texto completo. Gracias por sus aportaciones.

 "OTRAS ARQUITECTURAS-OTROS CUERPOS." De PASCUALA CAMPOS.

"Las mujeres necesitamos des-aprender lo transmitido, como discurso patriarcal, como método para el crear y el hacer, para profundizar en el conocimiento de sí y para construir el mundo como proyecto común y como lugar para habitar."

Texto completo

martes, 8 de mayo de 2012

¿Por qué hay una candidata a la presidencia en estas elecciones?

La pregunta que titula esta entrada es relevante mientras pensemos que los procesos de elección de gobernantes son en cierta medida reflejo de las sociedades. Si bien los políticos que actualmente contienden para los puestos de gobierno son un sector de la población más bien alejado del ciudadano de a pie, las personas que los partidos políticos eligen como sus candidatos y el desarrollo de las campañas tienen por fuerza que responder a los ánimos del grueso de la población. ¿Por qué si desde hace sesenta años la mujer tiene iguales derechos constitucionales respecto al proceso electoral es ahora que vemos la primer candidata a la presidencia de la República? La primer mujer en México en asumir un cargo de representación popular fue Elvia Carrillo Puerto en 1923. Elvia fue una lideresa feminista, socialista y revolucionaria desde las primeras insurrecciones contra el gobierno porfirista, y a lo largo de su vida sostuvo la lucha por el sufragio femenino hasta su obtención en 1953 (cabe resaltar que en México el sufragio femenino se obtuvo tardíamente respecto a otros países de latinoamérica).  ¿Por qué es ahora, después de noventa años de la candidatura de Elvia, que vemos la primer candidatura femenina a la presidencia? Y si queremos hacer un análisis más detallado ¿Por qué es el partido de más a la derecha el que presenta esta candidatura?

Prácticamente todos hemos, en mayor o menor medida, imaginado una sociedad más justa que en la que vivimos actualmente, todos hemos soñado con los cambios que consideramos necesarios para que cualquier persona tenga acceso a una vida digna y feliz. Incluso la mayoría de nosotros hemos enlistado y tal vez dado prioridad a estos cambios: la eliminación de la pobreza y la indigencia, el acceso universal a la educación, etc.  Tal vez hemos incluso imaginado la sucesión temporal en la que deben de darse estos cambios para lograr nuestro ideal de sociedad. Sin duda la equidad de género deben tomar lugar en esta lista, pero ¿qué lugar le hemos asignado en la lista de prioridades? ¿en qué momento creemos que debe lograrse? Desde hace algunos años, el esquema de prioridades que había escuchado en diversos foros que abordaban de distintas maneras cuestiones de género (desde encuentros políticos hasta puramente académicos), era que se debía luchar por la justicia, el acceso a la educación, repartición de la riqueza, etc. para lograr una mejor sociedad, y en dicha sociedad sería posible entonces la igualdad de género. Bueno, pues hasta hace muy poco, apenas el año pasado, escuché algo diferente y que francamente no se me había ocurrido. Tal vez para lograr la sociedad que deseamos sea necesario en un primer lugar la equidad de género. Si esto es cierto entonces la equidad de género es una tarea urgente no solo para las mujeres si no para todos aquellos que aspiren a vivir en una sociedad más justa.

Por supuesto esta idea no es nueva y diversas organizaciones políticas la han ido adoptando. Por ejemplo el "Freedom Socialist Party", un partido estadounidense que desde su fundación en 1966 se define como socialista feminista y que recientemente ha lanzado candidatos independientes para la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos, tiene esta premisa como eje de su programa político. Independientemente de que los partidos de los actuales candidatos en México pretendan honestamente el mejoramiento de las condiciones de vida de los mexicanos, me parece que la candidatura de Josefina Vazquez Mota tiene que ver con la idea que estamos planteando. Observemos que uno de los principales ejes de campaña de Josefina es "porque soy mujer, tomaré decisiones de manera justa" y que uno de los mensajes que su partido, el PAN, quiere comunicar es "como en el PAN hemos logrado una mayor equidad de género, entonces somos la mejor opción". Ya sea que realmente el PAN impulse la igualdad de género o sea pura simulación, lo cierto es que se han dado cuenta del inmenso peso que la equidad de género tiene en los acontecimientos sociales, y ya sea para promover estos procesos o controlarlos, es justo en estos tiempos de cambios económicos y crisis mundiales que se ven forzados a apostar por la presencia femenina.

Para aterrizar un poco estas ideas hagámos una analogía a nuestra propia experiencia. A poco no, antes de concentrarnos en nuestras tareas durante el estudio de una licenciatura y triunfar como estudiantes debemos sacudirnos la idea de que vamos a la universidad a conseguir marido. A poco no, antes de animarnos a estudiar un posgrado debemos de quitarnos la idea de que estaríamos mejor en casa cuidando nuestros hijos. A poco no, antes de lograr el éxito profesional debemos de convencernos de que somos capaces de competir con nuestros colegas varones. Así tal vez, antes de lograr una sociedad más justa para todos, la sociedad actual en que vivimos debe de sacudirse los prejuicios de género que la aquejan. Para finalizar dejo una cita de   Charles Fourier (1772-1837): “Los avances sociales y los cambios de períodos son originados en virtud del progreso de las mujeres hacia la libertad, y las decadencias del orden social son originadas en virtud de la disminución de la libertad de las mujeres. … La extensión de los privilegios a las mujeres es el principio general de todo progreso social.”

Ligas:

martes, 1 de mayo de 2012

"El Segundo Sexo" de Simone de Beauvoir. INTRODUCCIÓN.



Comenzamos reseñando la introducción de "El Segundo Sexo", por supuesto todos los comentarios acerca del texto, del resumen que aquí se plantea o las opinones que puedan surgir a partir de estos son bienvenidas.
Primero. Se plantea la pregunta ¿Qué es una mujer? Si rechazamos la resupesta simplista de que una mujer es la hembra de la especie humana (abrazando la idea central del documental de que "no se nace mujer"), entonces es fundamental empezar por dar una respuesta satisfactoria. Para empezar es claro que "basta andar con los ojos abiertos para darse cuenta de que la humanidad se compone de dos tipos de individuos cuyos vestidos, rostro, cuerpo, sonrisa, porte, intereses, ocupaciones son manifiestamente diferentes". La respuesta que da Simone dista de ser complaciente: La división biológica de sexos en machos y hembras es anterior a toda civilización, pero mujer es aquel ser que históricamente las sociedades han declarado como innesencial "en el corazón de una totalidad cuyos dos términos son necesarios el uno para el otro".

Segundo. ¿De dónde viene esta contradicción? "¿De dónde proviene que este mundo siempre haya pertenecido a los hombres y que solamente hoy
empiecen a cambiar las cosas? Y este cambio ¿es un bien?" Para responder estas preguntas en la complicada situación en que hombres y mujeres son jueces y parte, Simone sugiere que: 1) Dado que cada sector actúa bajo sus propios intereses, debemos ser nosotras quienes demos respuestas. 2) El estudio de estas preguntas no debe llevar a una discusión acerca de superioridad, inferioridad o igualdad de los sexos, debe retomarse desde nuestra propia experiencia "¿en qué habrá afectado a nuestra existencia el hecho de ser mujeres? ¿Qué portunidades, exactamente, nos han sido dadas y cuáles nos han sido negadas? ¿Qué suerte pueden esperar nuestras hermanas más jóvenes y en qué sentido hay que orientarlas?".

Tercero. A fin de cuentas ¿a qué queremos llegar con este estudio? A caracterizar cuáles son las circunstancias que limitan la libertad de las mujeres. Queremos descubrir qué significa desenvolvernos dentro de un mundo diseñado por hombres. Cuáles son las trabas que enfrentan las mujeres para desarrollar sus proyectos y cuáles podrían ser las soluciones.


lunes, 16 de abril de 2012

Juchitán de Zaragoza, experiencias de vida de mujeres en esta comunidad.

La comunidad de Juchitán de Zaragoza, municipio de Oaxaca, México, es erróneamente señalada como un ejemplo de matriarcado. El siguiente es un video acerca de la vida en esta comunidad zapoteca del estado de Oaxaca, si bien no trata exclusivamente de cuestiones de género sí da una visión bastante buena de una comunidad donde es tradición que las mujeres salgan de sus casas a realizar actividades remuneradas, la mayoría como comerciantes. Esto ha dado cierta libertad económica a las mujeres juchitecas, y por supuesto hace que ciertos aspectos de la comunidad sean distintos de las sociedades donde tradicionalmente las mujeres han realizado sólo labores domésticas sin recibir remuneración por ello. Es interesantes cómo la prensa foránea ha malentendido esta libertad catalogando a la sociedad juchiteca como un matriarcado.


jueves, 29 de marzo de 2012

"El Segundo Sexo" de Simone de Beauvoir

Para comenzar la discusion sugerimos estudiar el texto "El Segundo Sexo" (Le Deuxième Sexe) de Simone de Beauvoir que pueden encontrar en librerías o en la web, y para una introducción les dejamos el documental "No se nace mujer" de Virginie Linhart acerca de la autora de El Segundo Sexo, muy recomendable.


Resumen de "El Segundo Sexo":
INTRODUCCIÓN.
PRIMERA PARTE. DESTINO.
CAPÍTULO I. BIOLOGÍA.
CAPÍTULO II. EL PUNTO DE VISTA PSICOANALÍTICO.